Esta es la 2da parte de la Entrevista Exclusiva al Comandante Nilo Navas, efectuada por Lic. Carlos Unterstein de Canal 68 TV especialmente para Patagonia+ donde relata detalles muy interesantes de la travesía del Velero Galileo en la Patagonia y en la Antártida Argentina.
Desde Canal 68 TV y Patagonia+, estamos comunicados directamente con la ciudad de Bahía Blanca sur de la provincia de Buenos Aires con el comandante Nilo Navas, un hombre que perteneció a la Armada Argentina y ha tenido amplia repercusión en medios locales regionales y nacionales y también por qué no internacionales respecto precisamente por sus travesías en la Patagonia Argentina en el Atlántico Sur junto al glorioso y gran Velero Galileo.
Continuación de la 1ra parte de la entrevista exclusiva de la Travesía Patagónica y Antártica del Velero Galileo Patagonia+
– Lo estamos escuchando muy atentamente y lo que se me venía a la mente, comandante es el tema de que una cosa es cruzar el Pasaje de Drake, por ejemplo por la Armada Argentina y otra en un velero, que gran desafío es ese.
Claro exactamente, nosotros cuando cruzamos sabíamos que el Irízar venía dos días atrás nuestro, entonces son cosas que nosotros estuvimos planificando para tratar de no quedar muy solos, entonces sabíamos que ante cualquier emergencia en dos días alguien nos iba a tener en el radar. De todas formas nosotros vamos siempre con seguimiento satelital en todo momento todo el que se quiere conectar con nosotros a través de la computadora o del teléfono celular sabe las 24 horas del día donde estábamos.
– De hecho yo me he comunicado satelitalmente con usted, mientras estaba navegando.
Exactamente nosotros nos hemos comunicado y bueno siempre hemos estado en contacto lo cual es muy importante porque uno está en el medio del mar y los accidentes se pueden producir en cualquier momento navegando.
Al salir de la Isla Decepción vamos a navegar por el rumbo sur ya a la Península Antártica y comenzamos a navegar entre hielos, lo cual es una navegación muy difícil porque el barco es de plástico y teníamos que navegar muy despacio. Ahí si teníamos que navegar a motor teníamos que tratar de ir esquivando los hielos como si fuera un ripio, pasábamos por arriba de los hielitos y hay icebergs, témpanos flotantes que son los peligrosos y los témpanos varados, los más peligrosos son los flotantes. Por lo tanto vamos navegando con dos personas, uno va en la proa mirando toda la ruta y otro va al timón por supuesto.
La ventaja es que tenemos todo el día a día, por ejemplo, a las 3 de la mañana es como si acá en verano fueran las 8 de la noche, entonces es una ventaja. Así estábamos siempre navegando un poco descolocados, por ahí este almorzamos a las 5 de la tarde y cenábamos a las 4 de la mañana, porque como no teníamos noche es muy difícil descansar porque todo el día es de día.
Así que bueno, llegamos a la base antártica donde pudimos desembarcar y después de ahí fuimos a la Base de Primavera donde también pudimos desembarcar y saludar a los científicos y a los militares y pasamos por la Base Antártica Argentina donde también pudimos saludar a los científicos y militares argentinos, pasamos por la base chilena Videla y algo muy importante que yo quiero dejar de destacar entramos en la base antártica británica Lockroy. Nosotros entramos con la bandera argentina y la bandera de Malvinas y un buque de la National Geographic que se encontraba fondeado cuando nosotros pasamos nos tocó las hileras de saludo y todos los tripulantes los marineros los que se encontraban en la cubierta hicieron el saludo militar, no porque fuera un barco argentino sino porque estaba pasando un pabellón, entonces lo que corresponde, un saludo a una bandera no importa el origen. Nosotros estuvimos todo el día en la base británica Lockroy y jamás tuvimos ningún tipo de inconveniente. Por supuesto que nosotros no ejercemos ningún tipo de hostilidad, desembarcamos, caminábamos y fotografiamos a la fauna específica: pingüinos, lobos de mar, elefantes de mar y luego continuamos navegando.
Pero como la navegación se estaba haciendo más difícil en nuestro rumbo que era la Escuela Número 36, Raúl Alfonsín, que es la escuela más austral de nuestro país que pertenece a la Tierra del Fuego y está en la Base Esperanza, cuando estábamos a un día de llegar nos informan que había bloques de hielos y aproximadamente íbamos a quedar entre 500 y 700 metros alejado de la costa, lo que hacía imposible de desembarcar porque el barco nos iba a quedar en una posición muy incómoda con riesgo por los hielos. En ese sentido, optamos por cambiar el rumbo y nos fuimos a la Base Antártida Argentina Carlini donde llegamos y nos reunimos allí, hicimos el homenaje al Comandante Unterstein, del que llevamos una foto del comandante, de su padre Carlos y es ahí en la Base Antártica Carlini donde el hielo que estimamos que es de característica eterna, perpetuamos la imagen.
En la Base Carlini hay aproximadamente 100 personas entre científicos y militares, un domingo llegamos y nos invitaron a comer y recorrimos todo y a la tardecita ya mirando el pronóstico que teníamos para las próximas horas emprendimos el retorno para tomar el desafío de cruzar nuevamente a vela y tratar de cruzarlo de la mejor manera, cosa que hicimos en definitiva, a pesar de haber tenido un temporal muy duro aproximadamente de 10 horas que nos golpeó fuerte.
– Ante todo, por su referencia recién a mi padre, quien le habla, mi esposa y toda mi familia muy agradecidos para con usted comandante y para con toda la tripulación del Galileo por tal noble acto en la Antártida Argentina Base Carlini y muy agradecido de corazón por ese homenaje del que ya va a ser en unos meses dos años del mismo.
Entre la partida del territorio argentino continental hasta la antártida argentina y el posterior regreso entre ida y vuelta, ¿cuánto tardó el viaje?
Nosotros estuvimos exactamente 22 días navegando y cuando éramos cinco personas organizados espectacularmente con las guardias con las cocinas con el descanso con las horas de ocio es mucho tiempo en navegación no tenemos este internet así que no teníamos forma de comunicarnos ,salvo por teléfono satelital, así que todo el tiempo disponible para la lectura para jugar a las cartas para charlar para descansar para reflexionar, exactamente 22 días con navegación muy placentera. La navegación muy dura fue sobre todo a la vuelta tuvimos un temporal muy grande, teníamos una velocidad muy importante veníamos navegando 8 nudos una velocidad tremenda y en el drive observamos que íbamos a caer justo justo en el centro de un temporal que nos iba a dar muy duro durante 24 horas así que optamos por achicar velas es decir que la chica vamos todo el paño, como se hizo todo lo que pudimos y empezamos a ir a toda velocidad prácticamente quedamos navegando a 34 nudos mitad de velocidad. El objetivo fue agarrar la cola del temporal cosa que hicimos, nos agarró la cola así que tuvimos una un temporal entre 8 y 10 horas, empezó más o menos a la 1 de la mañana y estuvimos como hasta las 10 de la mañana, 11 en el aire con vientos de 40 nudos que en la patagonia para nosotros es una es una velocidad relativa pero ahí como él explicaba, Carlos, 40 nudos de potencia, porque no hay costa y por ahora por estribor y tenemos 4.000 metros de profundidad entonces esos 40 nudos es como si fueran 70 80 de otra situación.
– Entonces, perdón vientos de 40 nuevos serían el equivalente en territorio a unos 80
kilómetros por hora puede ser?
Exactamente, 1 nudo más o menos son 2 kilómetros, así que 40 nudos son más o menos 75 kilómetros por hora, que es una navegación en la cual el galileo navega muy cómodo.
Pero insisto, en esa zona estaba muy potenciado de hecho nosotros llegamos el día 28 de enero a Ushuaia y el primero de febrero llegó un velero ruso porque en ese momento se estaban cumpliendo 200 años del descubrimiento de la Antártida por parte de los rusos, entonces había varios veleros que habían llegado desde Rusia. imagínense ustedes esos veleros vienen recorriendo el mundo. Veleros durísimos de acero y uno de estos veleros, ese temporal que nosotros pudimos sortear a ellos los agarró y le partió el mástil quedaron al garete lo tuvo que ir a rescatar el “Bahía Agradable” de la Armada Argentina.
Entonces cuando nosotros estábamos en ushuaia el 28 de enero traen al velero ruso con el mástil partido, pero lo traen a remolque y después los rusos desembarcaron y se acercaron en un inglés muy tosco, nos miraban y hablaban entre ellos y no podían crear que un barco de plástico hubiera ido a la Antartida. Nos miraban y nos decían “plastics, Antartic, Impossible!” A ellos lo tuvieron que traer a remolque nosotros ya habíamos cruzado de la mejor manera, pero ellos dijeron que era imposible que nosotros hubiéramos ido a la Antártida, pero bueno, nuestro viaje fue el sexto viaje en la historia de veleros argentinos a la Antártida. Así que nosotros siempre alentamos, le damos todo el asesoramiento y las sugerencias a los barcos argentinos para que se animen para que naveguen por la Patagonia. Al caribe va a cualquiera, a Brasil va cualquiera pero hay que ir para abajo, hay que ir hasta Ushuaia y quiera el canal de vivir hay que ir a Cabo de Hornos y hay que ir a la Antártida. Hay que ir, no queremos ser solo nosotros, queremos que vayan muchos.
Así que bueno eso fue lo que hacemos y ahora estamos preparando la navegación de 2022 que va a ser Ushuaia – Cabo de Hornos – Isla de los Estados – Mar del Plata. Traemos el barco a Mar del Plata después de estar 3 años en Ushuaia.
– Muy bien comandante antes de finalizar la entrevista para la gente que los está mirando precisamente la Patagonia argentina, en Ushuaia, ¿si quieren ir a visitar el Galileo y fotografiarse lo pueden hacer libremente?
Si el Galileo, cuando nosotros estamos en Ushuaia a lo largo lo tenemos en el muelle pero
en Ushuaia no hay no es como en Buenos Aires o Mar del Plata que hay marinas y los barcos están en la marina. En Ushuaia el barco está en el muelle cuando los tripulantes están, en este momento con una cuestión de seguridad los veremos están en una boya que es lo más seguro para los barcos. Sucede igual que en Necochea los barcos están en una boya, o en Puerto Madryn también.
– ¿A cuánto está el Galileo de la costa en este momento?
Aproximadamente está a 500 metros, se pueden sacar fotos perfectas todos los días, me mandan fotos desde Ushuaia, el barco se ve espectacular y bueno ahora este invierno le compré dos motores 0km, estamos cambiando más máquinas así que estamos viajando a finales de febrero, para poner máquinas nuevas y ya nos venimos haciendo pruebas de motores haciendo Cabo de Hornos, lugar del hundimiento del Belgrano y lsla de los Estados – Mar del plata. Teniamos planificado el viaje para Perú queríamos hacer la campaña de libertador José de San Martín, que hizo Valparaíso – Callao, lo que sucede es que por la pandemia hace dos años que están los puertos cerrados, entonces lamentablemente no lo estamos cumpliendo, pero por motivos ajenos a nuestra situación entonces hemos optado por este verano traer el barco a Mar del Plata y hacerle un mantenimiento. Teniendo ese lugar es cerca a 400 kilómetros de Bahía Blanca, es cerca. Yo tengo Ushuaia a 2000 kilómetros, es muy incómodo en Mar de Plata le hacemos le daremos el mantenimiento y el el próximo objetivo creo que va a ser La vuelta al mundo, que ya la estamos planificando que es un viaje aproximadamente de dos años. Lo estamos también planificando hace un tiempo importante ya tengo tripulación para ese viaje que es un viaje largo pero ya tengo al menos dos tripulantes que están dispuestos a realizar la travesía así que ya con dos personas y conmigo seremos tres, y no nos largamos sin ningún tipo de inconveniente.
– Realmente muy interesante y excelente esta charla Comandante Navas, comandante del Galileo en nombre de Canal 68 TV y en nombre de PatagoniaMas.com le queremos agradecer por el tiempo brindado para esta entrevista. Sepa usted que cuenta con ambos medios de comunicación para la difusión que ustedes consideren pertinente respecto a estas travesías patagónicas y bueno en un futuro travesía mundial también.
Bueno Carlos muy amable, si me permites yo quisiera nombrar a la tripulación, en el barco son todos importante es un equipo de fútbol no nos sirve una súper figura, tienen que tirar todos, no solamente buscamos la calidad personal sino la calidad profesional porque después estamos mucho tiempo y tenemos que ir navegando todos juntos.
A bordo del Galileo navega el Capitán del Navío de la Armada Argentina Andrés Andonil y el Teniente de Navío de la Infantería de Marina Jota Patoco y luego viene el piloto náutico Damián Galera, el patrón náutico de Mar del Plata, el contramaestre en Mario Montserrat, de Bahía Blanca el patrón náutico Matías Miguez y desde Buenos Aires el timonel un joven de 22 años, una joven promesa con un futuro de tremendo Facundo Antonini. En total, este es el grupo con el que nos estamos manejando en algunas oportunidades quizás alguno no viene, pero en general esta es la plantilla con la cual ya venimos desarrollando más de 23.000 kilómetros por toda la Patagonia Argentina. Carlos es muy amable, un saludo a la audiencia, un saludo para usted y para su familia y siempre a disposición para lo que desee.
– Muchísimas gracias comandante Navas, un fuerte abrazo.
